martes, 30 de diciembre de 2014

2014

A lo largo de un año, no te haces ni una pequeña idea de todo lo que te puede pasar, desde lo más esperado a lo más inimaginable. Pasan por tu vida infinidad de personas, las cuales dejan huella o simplemente sólo estorban unos días.Y como cada 30 de diciembre. vuelvo la mirada y veo tras mí otros 364 días que formaron este año tan cargado de nuevas experiencias.Hoy, con un día más por delante para cerrar el año, no puedo estar más conforme de cómo acaba.
Está más que claro que no todo han sido buenos momentos, y tampoco son ahora buenos recuerdos que me llevo de este 2014, pero he aprendido que todo lo malo siempre va de la mano de algo bueno, así que también me llevo gran cantidad de instantes inolvidables.
Cada 1 de enero, cojo una pequeña libreta y escribo cada uno de los propósitos que tengo para cumplir en esos 365 días, los cuales tengo como prioridad ante todo. Este año, he cumplido la mayoría. Pero más que cumplir objetivos o haber vivido malos y buenos momentos, lo mejor de este año es todo lo que me llevo para mi, desde sentimientos y sensaciones, como las ganas de seguir, de aprender, de mejorar y sobre todo, de vivir. Y todo esto se lo debo a las personas que han estado y no se han ido, a las que se han ido y me han dejado lecciones que aprender y las que han aparecido para hacerme feliz y seguir disfrutando de la sencillez de lo complejo. Ni os imagináis lo mucho que os lo agradezco, por cada segundo que habéis invertido en mi, cada palabra bonita que me habéis dedicado y sobre todo, en vuestra presencia ante todo, gracias. El tiempo es lo único que no se puede recuperar y vosotros lo habéis invertido en mi, eso para mi vale más que cualquier cosa.
Si hacemos efecto zoom en este año, definitivamente puedo decir que no ha estado nada mal, he disfrutado muchísimo de cada segundo de él y he sabido ver desde la peor hasta la mejor de las experiencias que se podrían vivir. Pero no me arrepiento de nada, porque cada momento me ha hecho llegar hasta aquí, sea malo o no. Las personas que se fueron y me hicieron daño me hicieron aprender, al igual que las que siguen me hicieron pasar buenos ratos, pero todos tienen un papel importante.
Se podría comparar con una montaña rusa, de estas que tienen un montón de subidas y bajadas, decepciones y alegrías, pero que siempre acaban en una llanura, en una paz. Y ahora mismo me encuentro ahí, en la paz, y sin ganas de volverme a subir a una montaña rusa hasta dentro de mucho, porque de este año que entra sólo espero tranquilidad y buenos momentos con las personas que quiero. Aunque realmente empecé el año de la misma manera y ha resultado ser todo lo contrario. Conforme iban pasando los meses me daba cuenta que todo iba subiendo y descendiendo más bruscamente, hasta llegar a diciembre, donde ya pensaba que no se podría solucionar nada, donde nada ni nadie podría hacer de este año algo inolvidable. Pero por suerte, me equivoqué una vez más. Llegó una persona que supo dar la vuelta por completo a todos los malos días y hacer que me olvidase de todo lo que tuvo que ver con todo lo anterior. Y a él le doy las gracias más que a nadie, pese al poco tiempo, pese a las circunstancias y pese a todo. Gracias por alegrar mi año, eres esa pequeña claridad dentro de tanta niebla, lo dulce entre tanto salado, mi felicidad. Y puede que me precipite diciendo todo eso, pero yo lo único que quería en este diciembre era poder terminar el año contigo y así ha sido, sin ser ni mucho menos predecible, así que la casualidad es más que acertada.
Acabo el año sin muchas personas, pero con otras mucho más importantes. Termino el 31 de diciembre con una persona a la que adoro, y para mi, eso ya es suficiente.
Feliz año nuevo, espero que todos los que lean esto tengan un fin de año excepcional, y un comienzo del 2015 mejor todavía. Pensar que tenéis 365 días por delante para comeros el mundo y cumplir todo lo que os propongáis. A todas las personas importantes para mi, os deseo lo mejor que os pueda dar la vida, gracias por cada minuto junto a mi y lo más importante, os quiero.

martes, 23 de diciembre de 2014

La felicidad siempre viene cuando uno menos lo espera.

Ahora o nunca, es el momento. Así que aprovecha cada instante de felicidad que te regale la vida, que te aseguro que ya llegarán tiempos de tempestad. No temas, lo que estás viviendo ahora no se te va a escapar de las manos, apriétalo con fuerza y afianza lo conseguido. Porque ahora sí, es tiempo de celebrar. Aunque realmente es pronto para celebrar la victoria, pero es tanta la euforia y felicidad que uno siente en estos momentos que es incapaz de ser consciente de que celebra algo que puede que se esfume al día siguiente, pero eso no es lo importante. Tienes en tus manos algo que deseabas, anhelabas y esperabas, amor. ¿Quién te iba a decir que llegaría? Después de tantos baches, personas equivocadas y muchos, muchos besos de más, aparece alguien que hace que merezca la pena cada espera, cada momento, cada mirada. Tú, con miedo a volver a querer, y él queriéndote como nunca antes ha querido a otra persona. ¿Qué podría salir mal? Nada. Aún así sigues teniendo miedo. Te han fallado tantas veces que no eres capaz de confiar ni en ti misma. Esta vez no tienes nada que perder, y si pierdes...no es tanto como el perder una oportunidad sólo por miedo. Así que es el momento de abrocharte las zapatillas bien fuerte y comenzar a vivir, vivir sin miedo y aprovechando cada oportunidad que se te pasa por delante. Él está ahí esperando una respuesta, esperando un "te quiero" que tú quieres que salga de tu boca, así que no vuelvas a enmudecer y ponte frente a él, dile que le quieres, repíteselo hasta que te canses, cómetelo a besos. Pero nunca olvides que si no era en ese momento, te hubieses arrepentido por no haberlo intentado.
Estás viviendo esto que tanto querías, saboreas la felicidad en cada segundo que pasas junto a él, por eso deja de darle importancia a qué pasará o a lo que ha pasado. Vive el momento, o como se suele decir "carpe diem", porque lo que ocurra ahora, es algo único.Todas esas miradas, sonrisas cómplices, besos y caricias, son únicas, en cada ocasión son de una manera...nunca encontrarás un beso igual, ni una sonrisa que se parezca a la anterior. Así que capta cada una de esas emociones, gestos y felicidad y no las olvides, grábalas a fuego en tu mente y ten así un motivo por el que seguir adelante y no dejar pasar a esa persona.
Es el lugar, el día y la hora perfecta para que empieces a confiar en lo que te da la vida, a no dejar pasar el tren que te brinda oportunidades únicas e inigualables. Súbete y aprovecha al máximo tu vida, porque como quien dice, es la única que tienes. SÉ FELIZ.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Entra tantas piezas, tú.

Te pasas toda la vida en busca de una persona que encaje perfectamente en tu puzzle. Muchas han conseguido encajar, a medias. Algunas piezas se pisaban unas a otras y otras cuantas no completaban el hueco necesario entre pieza y pieza. Así de complicadas somos las personas, que necesitamos toda una vida para darnos cuenta de cuál es nuestra pieza ideal. Porque hay gente que simplemente no dan la talla, intentan conseguirlo, pero no te llenan. Luego están esas personas que se creen la pareja ideal y lo único que hacen es centrarse en ellos mismos, te pisotean y no te tienen en cuenta. 
Hasta que no encuentras ese puzzle, te sientes perdido, intentas encajar en otros muchos, pero sabes de sobra que no es ahí donde debes estar. Hay una pieza que busca su puzzle, o un puzzle que busca su pieza. Puede que no lo encuentres nunca y simplemente te conformes con formar parte de una vida que sabes que no es para ti, pero a la que igualmente tienes aprecio. Pero si de verdad encuentras esa vida, esa persona...lo sabrás en el mismo momento en el que la mires. Completarás su puzzle y en ese momento la imagen complementada contigo se verá finalizada, una gran foto de felicidad puesta pieza por pieza hasta poder verse en el puzzle esa gran fotografía. Entonces descubres lo que es querer a una persona, descubres lo que es saber disfrutar cada momento, mirarle y darte cuenta que era él al que buscabas. No necesitas nada más salvo su compañía. Eso es complementar tu puzzle. 
Pero si aún no lo encontraste, no desesperes. Las cosas buenas aparecen en los momentos menos esperados, como es pequeña gran pieza que completará tu vida para siempre.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Querido diario.

Mi única vía de escape, volver una vez más y plasmar en una simple hoja todo lo que siento. Puede que para muchos no tenga ningún sentido, pero para mí, significa mucho más de lo que puede aparentar. Porque muchas veces, intento aislarme de todos, no me gusta escuchar opiniones e intento aclararme por mí misma. Lo único que consigo es un poco de tranquilidad en mí, encontrar realmente el problema y entonces sí, buscarle solución con ayuda de los demás. 
Escribo, constantemente estoy escribiendo. No importa dónde ni en qué momento, cualquiera es bueno. No importa si lo que escribes es mejor o peor, lo único que importa es, que con tan sólo leer la primera frase, comprendas a quién lo escribe. Y esta es una de las veces en las que me tendréis que comprender a mi, Justo en un momento en el que no me comprendo ni yo misma, y me faltan los medios para decir, cara a cara, todo lo que callo, todo lo que me encantaría gritar y tan sólo con abrir la boca me es imposible. Todo lo que hace que me empequeñezca dentro de un mundo en el cual tienes que ser muy grande para subsistir. No me alargo mucho más, es hora de ir al grano.

Y ahora sí. Querido diario;
No vengo en busca de respuestas, ni tampoco de preguntas. Sólo vengo a decir que hoy no ha sido un buen día para mi. Intento ser fuerte, pero la gran mayoría de las veces acabo por los suelos. Imagino cosas que sé que jamás podré alcanzar, y sin embargo no saco de mi cabeza la tonta ilusión de conseguirlo. ¿Ingenua? Puede ser. ¿Soñadora? Mucho más de lo que debería. Tengo la constante sensación de que la gente no me comprende, intento expresar unos sentimientos que las personas no captan. Me siento sola. Las pocas personas que tengo a mi lado, muchas veces tampoco saben ni la mitad de lo que me ronda por la cabeza, y no sabría por donde empezar si se lo contase. 
A día de hoy, y más que en cualquier otro momento de mi vida, siento que le oculto cosas a personas que sé perfectamente que me entenderían, por el simple hecho de no querer que sepan lo que puedo llegar a sentir por alguien. Tengo miedo, y es algo inevitable. El qué dirán me atormenta continuamente, pero yo soy un poquito más fuerte cada vez que me enfrento a él. Tampoco puedo estar condicionada a eso y dejar pasar oportunidades sólo por no querer ser el centro de todas las miradas. Esta, debería de ser una de esas veces, las cuales dices: es hora de ponerse los zapatos. avanzar, y no dejar que nadie te pare hasta que tengas entre las manos eso que tanto que quieres. Si fuese tan sencillo como decirlo, juro que ya le tendría entre mis brazos. Pero, ¿cómo puedo conseguir algo que ni siquiera sé si es para mi? Querría con todas mis fuerzas ser correspondida, poder mirarle a los ojos y saber de ante mano que soy la única chica a la que mira de esa manera. Por suerte o por desgracia, no sé si eso es así. Lo único que sé, es que no voy a ser capaz de disipar mi duda si no me lo dice él. No puedo, de verdad que no, plantarme delante de él y decirle que le quiero, que no hay otra cosa en el mundo que quiera más que saber que él también siente lo mismo que yo. Que no hay instante en el que no me ronde por la cabeza. ¿Por qué tengo que sentir esto si ni si quiera sé si es correspondido? Cuando he podido con otras personas me he negado rotundamente, y ahora qué, justamente no sé si puedo o no, es cuando quiero. Qué contradictoria es la vida, que te hace ver cualquier situación desde dos maneras en el momento menos querido. 
No consigo sacarme su imagen de la cabeza, y de verdad que quiero hacerlo. Poder decidir en qué momento sentir y en cual no. Poder elegir a la persona a la que querer. Pero no se puede. Le quiero y es inevitable.  
Lo gritaría a los cuatro vientos, que se enterase él y el mundo entero, la única pega es que no me atrevo. Valor, ven a mi en momentos como este y no en otros tan absurdos. Si alguien supiese lo que siento...no lo tomaría en serio ni aunque se lo repitiese mil veces. Justo me toca querer a la persona menos esperada. A esa que miras y dices: 'jamás podría querer a alguien tan diferente a mi'. Nunca mejor dicho, en este caso se cumple una vez más y el reiterado "los polos opuestos se atraen". Yo rectificaría la frase y la dejaría como "sólo las personas que se conocen pueden atraerse". Le conozco demasiado, y eso también me hace temer al futuro. Pero aunque no lo quiera, sólo lo que viene después de hoy me dirá qué pasará. Sólo espero que no me toque ser la no correspondida otra vez. 

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Te necesito.

Querer expresar mil y un sentimiento, pero que las palabras no salgan de tu boca. Es como si de repente enmudeciera cuando ya he decidido desvelar de una vez por todas, todo lo que siento. Camino despacio, ensimismada, perdida entre tanto pensamiento. Me pregunto qué será lo que le ronda por la cabeza cada vez que me pilla mirándole de reojo, o cuando sin querer, se me escapa una sonrisa sin ningún sentido hablando con él. Nada nos impide serlo todo, pero sin embargo tan sólo somos eso, simples amigos. La triste realidad me evade, le necesito. Si la cobardía y la inseguridad no me comieran cada vez que intento mirarle a los ojos, puede que esta situación fuese distinta. 
Tan sólo una mirada, una palabra, un 'te quiero' entre líneas, una caricia, una sonrisa provocada por los nervios...pero sobre todo, amor. Nada podría ser así sin ese sentimiento que lo abarca todo. Y mismamente, es eso lo que siento, puro amor. Es algo que no se puede ignorar, ni tampoco ocultar porque es inevitable pensar en él o no sonreír cuando pronuncian su nombre. Querer y no poder, querer y no saber cómo. Que fácil sería si sintiera lo mismo, si él fuera esta vez el valiente, pero sé que no es así, porque probablemente no sienta nada, y yo sea la que lo sienta todo.Que descompensado y no correspondido. Me quedaré con la duda del "podría haber sido si.." por no tener el suficiente valor de enfrentarme a todo, plantar cara a mis sentimientos y decir "esta vez, voy a ser yo". No puedo hacerlo cara a cara, pero aquí, dónde nadie sabe quién eres y muy pocas quién soy. Aquí dónde todo puede ser escrito y nada puede ser criticado, te digo y te pido que seas el valiente, que te adelantes a mi, si por alguna casualidad llegases a sentir algo parecido, te plantes frente a mi, y no te lo pienses, abrázame como nunca antes nadie lo hizo y sólo dime, "te necesito". 

martes, 21 de octubre de 2014

Dream.

Hoy me dio por quererte un poquito más de la cuenta, por imaginar cosas improbables y hacer de eso sueños, sueños que lo más probable es que no se cumplan, pero aún así vivo con la esperanza de que suceda. Pongo como ejemplo el tenerte, sé que nunca será posible; sin embargo vivo pensando que algún día, por algún motivo inexplicable todo lo que pienso y quiero se podría cumplir, y espero con eso que mi primer deseo (tú), venga a mi vida como algo inalcanzable en mis manos, y que por lo tanto la euforia del momento me llene y haga de mi una persona una pizca más feliz.
No te haces una idea de la estupidez tan grande que puede ser eso de pensarte, el  tenerte en mi mente las 24 horas del día y aún así saber que es poco para todo lo que necesitas. Si, es una necesidad, por el simple echo de que si no te tuviese en mi mente y mucho menos en mis brazos , me volvería más loca de lo que estoy. Tu esencia ha de estar en mí, de alguna manera u otra. No quiero que suene obsesivo, simplemente quiero que parezca lo que es, una necesidad inalcanzable que en muchas ocasiones me lleva a la locura. Tú me vuelves loca. Con esa peculiar manera de andar y de despeinarte el flequillo. Con esos ojos marrones que hacen que vea un mundo en ti. Esa sonrisa no es más que el principio de mi felicidad; porque sí, es el simple gesto de devolverme amablemente una sonrisa el momento más esperado del día. Hazte una idea de lo que podrías crear en una persona con el simple echo de prestarle un minuto de tu tiempo.
No puedo olvidar cada detalle que hay en ti, es imposible no nombrar tu manera tan extraordinaria de ver la vida, despreocupado y viviendola al día. Ojalá ya pudiese ser igual que tú en ese aspecto, no pensar en el futuro y en nadie más que no fuese yo, pero siempre acabas apareciendo entre tanto alboroto de pensamientos, y por unos instantes recupero la calma y todo lo demás se esfuma.
Ya no queda más que las mil historias que me imagino e invento junto a ti, una vez más todo es un sueño, pero aún siéndolo tengo la esperanza de que todo eso se cumpla, que no quede en un "ojalá" y que, de una vez por todas, por algún extraño motivo te fijes en la chica que siempre pasa por tu lado, a la que cada vez que miras te regala una de las más sinceras sonrisas que pueda obsequiar a alguien. En ese momento te darás cuenta de que te necesita, que le haces falta, aún sin saber el daño que le puedes causar. Te quiere, y merece una oportunidad, aunque no sea la chica perfecta ni se acerque a serlo, pero lo más probable es que cuando menos te lo esperes tú sientas lo mismo que ella, y a lo mejor ya es tarde para corresponder.

domingo, 12 de octubre de 2014

Rain day.

En días como hoy, lluviosos y oscuros, ¿No os pasa que os volvéis negativos? Todo lo que miro, no lo veo de la misma manera que la de todos los días. Las gotas de agua cayendo sólo me hacen estar triste, sin ningún motivo aparente. Es por eso por lo que no me gusta los días así, porque todo tanto dentro, como fuera de mi mundo se vuelve terriblemente oscuro. Eso no quiere decir que cualquier otro día no me pueda pasar eso, simplemente que en estos días me pongo especialmente triste.
No se ve el sol iluminar las calles, ni tampoco el reflejo de este en el agua del mar, que tan bonito se ve en días así. No se ven los pájaros volando y posándose en los árboles. Tampoco se puede apreciar la brisa otoñal que corre mientras te pica el sol en la piel, sin molestarte si quiera un poco. Apreciar el atardecer en días así se hace imposible, tan sólo se ven nubes y un color oscurecido de las calles. Una sensación constante de creer que son las siete de la tarde todo el día, y en cambio tan sólo son las doce del medio día.
Me tumbo en la cama y lo único que me agrada de días así es la tranquilidad que se puede oír de fuera, sólo silencio, sin un sonido de gente gritando ni coches pasando. Sólo el choque inmediato de las gotas de lluvia con el suelo, creando pequeños charcos que cuando amaina me gusta ver, sabiendo así que vuelve el sol y la oscuridad se va para dar paso a los rayos de sol que salen poco a poco de entre las nubes.
Es por eso, que en ocasiones me gustan, y en otras no tanto. Me gusta escuchar su sonido, pero no me gusta la oscuridad que esta conlleva. Me gusta pasar el día entero tumbada en la cama, sin más, reflexionando, pero en cambio no me gusta tener la obligación de esto, ya que si días así aparecen, la posibilidad de pisar la calle es descartada. Pero sin duda, lo que más me gusta y me disgusta, es que llueva, porque es síntoma de sentimientos negativos, pero a la vez te da a entender que, cuando cese, todo volverá a ir bien, el sol saldrá y serás capaz de dejar atrás la oscuridad y ver nuevamente la claridad de la felicidad.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Remembers, just a matter of time.

El problema es que no soy capaz de progresar, la salida está delante de mi y en cambio me cuesta llegar hasta ella. Será miedo o quién sabe qué, pero por algún motivo me arraigo a los recuerdos, al pasado.
A veces me pregunto, "realmente ¿A qué esperas?", pero nunca soy capaz de responderme, porque no lo sé. Espero tantas cosas y a la vez no espero nada. Al igual que me gustaría que tantísimos de esos recuerdos que tengo regresaran una vez más, o que relaciones pasadas vuelvan, pero sé que no va a ser así, pero siempre me queda una mínima esperanza, puede que sea porque aún los sentimientos siguen en mi. El caso más evidente de arraigo al pasado puede que sean las personas que se quedaron atrás. Porque hay ciertas personas que marcan en ti, que son capaces de hacer que con una sola palabra todo tu mundo se vuelva del revés o hacerte creer que ese mundo se desvanece en un instante. Son personas que te han dado tanto, y tu has dado tanto por ellas, que eres incapaz de deshacerte de los recuerdos y de todo lo que tenga que ver con ellas, porque sientes que en algún momento todo volvería a ser igual que en un principio y que, por supuesto, te volverá a querer. Sabes que, si volviese, dejarías cualquier cosa por esa persona, aunque se haya portado mal contigo o incluso hubiese hecho cosas que no debería, ¿Por qué? Sencillo, tú debilidad es ella. Y no hay manera de evitarlo. Lo peor de todo eso es, que obviamente, jamás volverán. Y tu sigues ahí, con los sueños rotos y la misma ilusión de un niño antes de su cumpleaños.
Soy consciente de que nadie volverá,  y menos por mi, pero la ilusión me impide continuar, y realmente me encantaría que todas mis ilusiones desapareciesen, que alguien pusiera una barrera llamada "Realidad" delante de mi y me de de bruces con ellas, porque no se pasa nada bien viviendo así. Esperas, y esperas...pero jamás vives. Más bien vives, pero sólo del recuerdo. Pero todo recuerdo acaba olvidado, y cuando eso suceda, ¿Qué te queda?
Lo malo de todo esto es que soy verdaderamente consciente de lo que me ocurre, pero no soy capaz de pararlo. Lo intento miles de veces y aún así sigo aquí, estancada en el pasado. Quiero continuar y no puedo. Pero aún queda una opción, la cual no puedo elegir yo misma, tiene que llegar.
Y esa opción es más bien alguien, una persona que me haga ver que no se puede vivir así, que me haga ver que todo no es tan malo y que hay que continuar, que el pasado ahí se queda y que hay que crear nuevos recuerdos, nuevos momentos de los que tienes que acordarte toda la vida, sin necesidad de quedarte en ellos estancado. Todo es cuestión de tiempo, y espero que el tiempo pase y así llegue rápido, porque lo quiero y necesito. Los cambios son esenciales y los quiero ya, estoy harta de sólo vivir en los recuerdos esperando a una persona que ya se ha ido y no va a volver. Así que pronto le diré el adiós definitivo a ella y a los recuerdos que hay, para dejar sitio a los nuevos y así poder ser un poquito más feliz.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Aprende a valorar.

Te pasas toda una vida imaginando como sería todo si fuese diferente, pero jamás te paras y miras a tu alrededor.
 ¿Por qué no valoras tu propia vida? ¿Cambiarías todo lo que tienes sólo para estar en la vida que imaginas como perfecta? Yo creo que no. Así que empieza a valorar un poquito más lo que te rodea, tanto objetos como personas, porque estoy segura que no te gustaría perder nada de eso por vivir algo "perfecto" que seguramente tendría miles de motivos por los que dejaría de serlo.
Todas las personas que forman parte de tu vida, ¿Las querrías perder? Hay muchas que significan demasiado para ti, y estoy segura que no te gustaría que desaparecieran, empieza a valorarlo, puede que mañana si no les muestras aprecio, se vayan de tu lado.
 Así que deja de pensar en los "Y si..",  porque ya has llegado hasta donde estás, y pensar en lo que podría haber sido no te va a llevar hasta ello. Aprende a aceptar lo que tienes, es lo único que hay en tu vida y eso no va a cambiar.
Y recuerda, no se hora de mirar hacia el futuro cuando no tienes ni idea de lo que va a pasar ahora mismo, en este instante. Puedes tener una vaga idea de lo que quieres que ocurra en un futuro, pero jamás presupongas un futuro del que ni el 99% sabes que será cierto. El presente es lo único que importa, lo que tienes en este momento, porque puede que mañana ya no esté y en cambio puede que aparezcan muchas más personas o cosas.
Disfruta de lo que la vida te da en este instante, lo demás está de más. 

miércoles, 20 de agosto de 2014

Un instante.

A mi parecer, jamás se sabe demasiado de nada, y de lo que menos, de la vida. 
La vida es tantas cosas y a la vez no es nada. Puede ser un instante o una eternidad, un suspiro o un desaliento, la mayor alegría o una simple caricia, tan sólo es el punto de vista desde donde la mires. La importancia que le des a cada suceso, a cada segundo de vida que tengas con la suficiente consciencia para saber que ocurre a tu alrededor. Tampoco tengo mucho que opinar sobre ella, o más bien sé bastante poco, sólo puedo hablar de los 16 años de vida que tengo, donde poco a poco, he podido apreciar lo más bello y lo más desastroso que me ha dado la vida hasta ahora, y desde la sinceridad, ninguno de esos hechos los cambiaría, porque a la hora de la verdad, son los que me han hecho llegar hasta aquí, y no digo que sea ni el mejor ni el peor sitio del mundo, simplemente estoy aquí, y creo que eso es suficiente. 
¿Qué si cambiaría algo? Cambiaría tantísimas cosas, pero al fin y al cabo aún es pronto, el sitio ni mucho menos es definitivo, aún me quedan miles de vueltas hasta llegar a donde me depare la vida, o más bien a donde yo decida, yo soy la única que tomo el timón de este barco y decido a donde dirigirlo.
¿Qué si soy feliz? Podría serlo más, pero nunca hay que pedir demasiado, las cosas buenas vienen en pequeñas dosis, además, aún me queda mucho para poder disfrutar, conocer a miles de personas, enfadarme con otras miles y querer a unas pocas más.
Todo cambia y todo, cuando menos te lo esperes, da un vuelco y hace que tu vida esté patas arriba en un milisegundo, que todo lo que era, ya no es y todo lo que es, no será en unos minutos. Pero la monotonía y la cordura en grandes cantidades abruma. Siempre son necesarios los cambios y la falta de cordura, las locuras luego son lo más preciado de cualquier momento, y si nos abstenemos a que sucedan, luego nos acabamos arrepintiendo.
No tengo mucho más que añadir, simplemente que no cuadricules, que las mejores cosas siempre salen con la mínima preparación y antelación. Que jamás busques la perfección en nada, porque nada y todo es perfecto, simplemente hazlo a tu manera. Que no hagas una montaña de un minúsculo grano de arena, todo se acaba solucionando con el paso del tiempo, solo es cuestión de esperar. Y por último, y no por ello menos importante, que nunca, nunca, desperdicies un segundo de tu tiempo, porque un segundo, o incluso un instante, pueden ser toda una vida.

domingo, 17 de agosto de 2014

Nunca te des por vencido.

 Supongo que sólo se aprende a base de palos, y si no es al primer tropezón, al cuarto o quinto acabarás en el suelo, con un montón de rozaduras, en la cara, en las rodillas, en las manos, en los codos...pero una vez más, mirarás todos los roces y verás ahí también las cicatrices, recuerdos, antiguas caídas, y deberás pensar; esto sólo es una vez más de muchas, todo dolor cesa, pero siempre quedará ahí el recuerdo, esa pequeña marca en tu piel que te recordará todo lo pasado, pero que jamás hizo que todo lo que te propusiste acabase ahí, te dio más fuerza para coger impulso, levantarte del suelo y continuar. Con las ideas más claras que nunca y con la voluntad de llegar ahora si, a la meta.
La vida se compone de baches, obstáculos, muros y hasta montañas gigantes que se ponen delante de ti creyendo así que temerás a continuar por no ver un camino llano por el que pasear hasta llegar donde te propones. A veces es necesario correr, trepar e incluso pelear para superar todo lo que se te pone por delante, y siempre hay que dar el cien por cien de ti para lograr pasar, para ver el final del camino, y darte cuenta que todo obstáculo sería poco, porque siempre llegarás a donde te has propuesto si lo quieres con todas tus fuerzas.
En definitiva, con esto quiero decir que no importa las veces que te salgan mal las cosas, jamás te des por vencido, porque tú no lo sabes, pero puede que a la próxima vez que lo intentes encuentres ahí lo que buscabas.

lunes, 5 de mayo de 2014

Regreso.

Me mira, y avergonzada aparto la mira, cómo si su mirada pudiese descifrar todos mis pensamientos tan sólo clavándose fijamente en mis ojos, cómo con sólo una mirada pudiese descubrir en mi todo lo que nadie jamás ha sabido. Él, entre tanto, tan sólo me mira, y seguidamente desliza su mano por mi barbilla y la alza, intentando así que yo le devuelva la mirada que tanto anhela, pero es en vano, porque yo insisto en mirar hacia el suelo, porque mirarle me supondría un gran pudor, no obstante, me arriesgo, y decido levantar la mirada y por primera vez desde hace mucho vuelvo a cruzarme con esa mirada color canela. De alguna forma siento como si me desnudase mientras me mira, de arriba abajo y de abajo a arriba, no se deja ni un sólo detalle de mí, y cuando acaba, vuelve a fijar la vista en mi mirada y se limita a sonreír, cómo queriendo decir que era yo lo que tanto tiempo llevaba buscando y ha logrado al fin encontrar.
No hizo falta ninguna otra acción para saber que era él lo que ansiaba desde hace mucho, o mejor dicho desde que se marchó sin ningún motivo, arrebatando así el único motivo por el cual era capaz de sonreír y evadirme de todo aquello que me rodeaba, él. Mi mano izquierda se alzó llegando así a su cara, cada vez más cerca el uno del otro, pero no era de esas veces en las que los cuerpos pedían fundirse, es más, lo único que necesitamos es estar uno junto a otro. Entonces mis dedos comenzaron a bailar en sus labios, rozando la comisura de estos, vuelve a sonreír, se me acelera el corazón, pero no por los nervios, si no por la necesidad que tenía de volver junto a él, de sentir su agitada respiración al compás de la mía. Le devuelvo la sonrisa, y sé perfectamente en lo que piensa cuando ve que sonrío, le miro cómplice y se ríe por primera vez en todo este tiempo. No necesito nada más para volver a ser feliz, su risa me llena en todos los sentidos, verle a mi lado y riendo es una satisfacción muy grande que jamás podría explicar, pero sin un cómo ni un por qué me hace completamente feliz. Sin esperarlo, veo que poco a poco se acerca más a mi, su cuerpo y el mío se aproximan de una manera en la que sólo dos personas que se quieren lo harían. Me agarra de la cintura, e instintivamente mis brazos se enganchan tras su nuca, haciendo así que un beso surja inevitablemente.
Un beso de cualquier otra persona no habría despertado en mi tantísimos sentimientos y ni mucho menos lo habría disfrutado de esta manera. Es un beso con sabor a recuerdos, a buenos momentos que de alguna manera se recuerdan de esta manera. Un beso dulce, un beso único, que no querría más que de él, de nadie más. Un beso que me da esperanzas, alegría. Sólo pienso que éste no sea el último beso que nazca de nosotros dos, que no sea la última vez que volvamos a sentirnos tan juntos. Sólo espero que no se vuelva a ir otra vez, dejándome hundida y sola una vez más, porque con su regreso la alegría ha vuelto consigo.

lunes, 28 de abril de 2014

Lo último que debes perder es la esperanza.

Cada día que te levantes será un día más que tendrás que darlo todo para estar un poco más cerca de lo que quieres conseguir, porque hasta este momento me he dado cuenta exactamente de eso, de que si de verdad es eso lo que quieres para tu futuro y para ser feliz, el esfuerzo diario que necesitas hacer es enorme. Así que nunca mejor dicho, "el que algo quiere, algo le cuesta".
El éxito y la felicidad nunca llegan solos, nunca jamás van a ponerte las cosas que quieres delante sin ningún esfuerzo, eso tengo claro desde el mismo momento que te propongas empezar a perseguir tus propósitos. Tampoco te rindas, y mucho menos dejes el camino a la mitad, porque puede que con medio paso más lo hubieses conseguido, porque nadie te dijo que el recorrido fuese ni mucho menos fácil y que no tuviese obstáculos, pero estoy segura que todo el mundo te habrá dicho que tú puedes con cualquier cosa que te pongas como objetivo, porque no hay nada que no se consiga con esfuerzo y entusiasmo.
Mantén presente esto siempre; "Tú puedes con todo y más, sólo te lo tienes que proponer."

martes, 15 de abril de 2014

Fall again.

Me encuentro aquí nuevamente, la cabeza me da vueltas y sinceramente no encuentro muy bien la manera de explicar como me siento ahora mismo.
Siento como si volviese a empezar de cero con una nueva relación en la cual he entrado sin ningún motivo concreto, pero sin embargo no me desagrada nada encontrarme ahí. Es como una montaña rusa, llena de subidas y bajadas, con momentos que quisieras repetir el resto de tu vida y otros por los cuales quisieses retroceder en el tiempo y evitar que sucediesen; supongo que en eso se basa una verdadera relación, en momentos que recordar con alegría y con tristeza, pero en definitiva son cosas que vives al lado de una persona a la cual aprecias y por la cual darías lo más grande. Y me encuentro así otra vez, viviendo eso nuevamente, pero a mi lado ya no está esa persona que me quitaba la sonrisa más que provocarla, la que hacía de mi una persona hundida y rodeada de soledad, no, esa persona ya se fue, y en cambio ahora esa persona que estuvo cuando yo sufría ocupa su lugar. Y cometí un grave error en no darme cuenta de la verdadera realidad que me rodeaba, quería a alguien equivocado y me quería alguien al cual no podía corresponder; así de jodido es el amor, que te ciega de tal manera que aún en las peores situaciones te hace pensar que eso se puede salvar, cuando es mentira y lo único que hace es hundirte aún más en esa mierda. En definitiva, ahora la persona que está a mi lado es otra, y le doy las gracias infinitamente por continuar en mi vida tras dos años cargados de emociones, tanto buenas como malas, por aguantarme en mis peores momentos, y también todas mis locuras y tonterías de niña pequeña, porque en ocasiones no soy más que eso. Y sé de sobra que a su lado no todo han sido buenos momentos, que lo que he pasado junto a él solamente nosotros dos lo sabemos, pero...¿Para qué sirven los malos momentos si no es para darse cuenta del valor de los buenos? 
De verdad que ahora realmente me siento feliz, y no encuentro palabras para definir eso, es una combinación de muchas cosas que hacen en mi una gran sonrisa, y es que con él me siento una persona totalmente nueva. Dejé atrás junto a él todo lo que tuvo que ver con esa relación que me tenía atada de pies y manos para entrar en otra en la cual me siento libre, pero sobre todo me siento valorada y a la vez querida, querida de verdad. Y es hora de cerrar por completo aquella etapa de sufrimiento y entrar por completo aquí, en estos momentos de felicidad con pequeños toques de amargura, pero que hacen de esto una relación real, en la cual debo confesar que doy más que en cualquier otra, por la sencilla razón de lo que me hace sentir. 
Lo único que pido es que esto no acabe, por ninguna razón ni motivo y mucho menos por nadie, porque daré todo lo que tenga en mi mano por seguir adelante. Y más de una vez me tendría que disculpar porque no fui del todo justa con mis decisiones y le causé daño por ello, pero no olvidemos que errar es de humanos. 
Por último decir que la distancia que hay entre él y yo pronto no será más grande que la de un beso, pero mientras tanto..."No hay distancia más grande que el olvido, así que por favor, no me olvides."

miércoles, 19 de marzo de 2014

Insecurities.

Son algo que diariamente me atormentan, me hacen dudar, en ocasiones también sentirme inferior a cualquier otra persona que se encuentre a mi alrededor. Es algo inevitable en mi, tener rondando en mi cabeza millones de pensamientos negativos o incluso ofensivos hacia mi, porque no es nada fácil aceptarse a uno mismo. El simple hecho de vivir sin aceptarte tal y como eres es una de las cosas más difíciles que te pueden ocurrir, pero, ¿Acaso eso se puede remediar? Es tan sencillo como mirarme al espejo y no sentir desprecio hacia mi, ser capaz de sonreír cuando me dicen cosas bonitas y no pensar que todo lo que me dicen es mentira, porque al fin y al cabo he vivido de la mentira cada segundo de mi vida, pensando cosas que no son y escuchando críticas completamente crueles hacia mi. Podría ignorarlas, que lo hacía, pero es inevitable escucharlas y que poco a poco me vayan destruyendo hasta hacer de mi una persona débil e insegura, que ya no cree en nadie, ni en mi misma. Porque hay personas demasiado crueles que han hecho de mi lo que soy ahora, y a día de hoy sigue habiendo personas por las cuales mis pensamientos siguen igual de negativos hacia mi, pero no soy la misma que se ofendía y lloraba por culpa de ellos, ahora es todo distinto, sus críticas constructivas y abusivas hacia mi me han hecho fuerte, me han hecho saber como continuar sin echarme la carga de sus comentarios a los hombros. Ahora camino más libre, más ligera sin ese peso que me hacía tropezar y en muchas ocasiones caer.
Aún así, sigo teniendo en mi muchos defectos por los cuales me auto-califico de las peores maneras posibles, porque no me gusta mi cuerpo ni tampoco mi cara, odio muchas cosas de mi forma de ser y también mi forma de actuar en algunas ocasiones. No me considero más que nadie porque sé que no lo soy. En ese aspecto soy muy sincera conmigo misma porque no merece la pena aferrarme en aspirar a ser algo imposible de conseguir, pero tampoco voy a quitarme la ilusión de conseguir cambiar, llegar a ser como realmente quiero, sin prejuicios, estando bien conmigo misma, queriéndome por una vez y sabiendo que así podré ser feliz, tal y como he querido ser siempre.

viernes, 7 de marzo de 2014

¿De verdad eres feliz?

Hay momentos en la vida en los que realmente deberías plantearte esa pregunta, si de verdad el camino por el que llevas tu vida es el correcto o deberías plantearte tomar otras opciones. 
A veces creemos que hay ciertas cosas que nos pueden hacer felices, pero al pasar un periodo no muy largo de tiempo te das cuenta de que la decisión que tomaste fue muy impulsiva y por lo cual ahora te arrepientes por completo de escoger esa opción, pero ya es irrevocable, la decisión está tomada y no hay vuelta atrás, y es ahí cuando te dices a ti mismo que tomaste un camino equivocado teniendo a tu disposición varias opciones más que puede, sólo puede, que fuesen más acertadas. Pero en este aspecto también está muy relacionado el supuesto "destino", el cual dice que todo ocurre por algo, que las cosas que pasan en tu vida al fin y al cabo siempre son por un fin determinado que te enseña algo, para bien o para mal, pero que si se pone en tu camino, es por algo en concreto. Yo creo que eso no es del todo cierto, si tú te propones que algo suceda o no acabará pasando si tienes la suficiente fuerza de voluntad, así que lo del destino son todo mentiras. Y no, no hay personas que llegan a tu vida por causa del destino, simplemente aparecen en tu vida porque aparecen y ya está. En definitiva, que lo que tú decidas, hazlo sabiendo bien las consecuencias, y también pensando en si realmente a la larga esa decisión te hará feliz, porque si no es así, no merece la pena arriesgarse.

lunes, 24 de febrero de 2014

Sólo falsos en un mundo muy poco sincero.

Dejaros ya de falsas apariencias, de tanta hipocresía y poned la verdad por delante de una vez. ¿Acaso no os dais cuenta de que hace tiempo de que toda vuestra mentira se destapó?, ¿De verdad pensáis que comportándoos como unos mentirosos ibais a llegar mucho más lejos en vuestra vida? No sois conscientes de lo mucho que os equivocáis.
Y es que nunca entenderé de qué os sirve hacer una serie de cosas, comportarse de cierta manera en alguna situaciones o con varias personas cuando realmente lo que piensas es completamente distinto a todas tus acciones. No sirve para nada más que hacer pensar a la gente que eres de una manera, hacerles pensar que eres como ellos quieren, pero ¿De verdad merece la pena ser así de hipócrita para encajar? Piensa por una vez y date cuenta que no te quieren a ti, que quieren a la persona que NO eres, y cuando se den cuenta de que eres completamente distinto a como aparentas ser, te quedarás solo y es entonces cuando serás consciente de que ser así solo lleva a la soledad.

domingo, 19 de enero de 2014

Falsas sonrisas en días tristones.

Es necesaria más de una dosis de felicidad, más de una lágrima deslizándose por tu mejilla y más de un grito de agobio y desesperación para darse cuenta de cómo realmente te sientes, y cómo realmente piensa que nos sentimos. Porque a veces no es necesaria una sonrisa de oreja a oreja para ser feliz ni llorar hasta quedarte sin respiración para estar triste; sólo es necesaria una mirada de una persona contenta que, aparentando cualquier otra cosa, veas reflejada en ella lo feliz que se siente, al igual que una persona que regala felicidad a la hora de la verdad ves como cuando no se deja ver, de sus ojos caen lágrimas que delatan lo mal que se siente. 
Y quizás, más de una vez sientas que se te cae el mundo encima y aún así seas incapaz de mostrarle al mundo que eso es así. No te escondas detrás de una falsa sonrisa, no decaigas en algo tan sencillo como ocultar tus problemas y no tengas miedo a que el mundo se acerque, te ayude a levantarte y superar el bache. Porque realmente no hay días malos si uno mismo es capaz de convencerse de que puede ser un gran día, no hay mayor motivo para sonreír que estar vivo, así que no te vuelvas a esconder detrás de una mentira y muestra como realmente te sientes, al final serás capaz de de salir de cualquier situación mala en la que te encuentres.