sábado, 15 de diciembre de 2012

Cuando las ganas de llorar se apoderan de ti, y tú realmente te ves sola, no hay nadie a tu al rededor que te resguarde cuando haga frío, no hay nadie que te seque las lágrimas y te diga "Eh, todo saldrá bien pequeña", porque el día que te veas en esa situación te das cuenta de lo que perdiste al dejarle ir, al dejar ir a alguien que realmente te hacía feliz, alguien que te sacaba tus más sinceras sonrisas, y las más apasionadas mirabas, alguien que estaba pasase lo que pasase, alguien que se enrabietaba con lo más mínimo pero luego regresaba rogándote que le perdones, alguien que lo dio todo por ti, pero sobre todo alguien que te ama de verdad.
Y te das cuenta ahora, de que alguien que te inundaba de felicidad, alguien que pensaste que estaría siempre para animarte en tus mejores momentos, se fue, no lo cuidaste y se marchó para siempre.
Por eso, es necesario valorar lo que tienes al cien por cien, porque puede que algún día pueda faltar en tu vida, y ese mismo día, todo lo demás para ti será de la menor importancia, pero el vacío de lo que se fue, quedará ahí para siempre.