miércoles, 19 de marzo de 2014

Insecurities.

Son algo que diariamente me atormentan, me hacen dudar, en ocasiones también sentirme inferior a cualquier otra persona que se encuentre a mi alrededor. Es algo inevitable en mi, tener rondando en mi cabeza millones de pensamientos negativos o incluso ofensivos hacia mi, porque no es nada fácil aceptarse a uno mismo. El simple hecho de vivir sin aceptarte tal y como eres es una de las cosas más difíciles que te pueden ocurrir, pero, ¿Acaso eso se puede remediar? Es tan sencillo como mirarme al espejo y no sentir desprecio hacia mi, ser capaz de sonreír cuando me dicen cosas bonitas y no pensar que todo lo que me dicen es mentira, porque al fin y al cabo he vivido de la mentira cada segundo de mi vida, pensando cosas que no son y escuchando críticas completamente crueles hacia mi. Podría ignorarlas, que lo hacía, pero es inevitable escucharlas y que poco a poco me vayan destruyendo hasta hacer de mi una persona débil e insegura, que ya no cree en nadie, ni en mi misma. Porque hay personas demasiado crueles que han hecho de mi lo que soy ahora, y a día de hoy sigue habiendo personas por las cuales mis pensamientos siguen igual de negativos hacia mi, pero no soy la misma que se ofendía y lloraba por culpa de ellos, ahora es todo distinto, sus críticas constructivas y abusivas hacia mi me han hecho fuerte, me han hecho saber como continuar sin echarme la carga de sus comentarios a los hombros. Ahora camino más libre, más ligera sin ese peso que me hacía tropezar y en muchas ocasiones caer.
Aún así, sigo teniendo en mi muchos defectos por los cuales me auto-califico de las peores maneras posibles, porque no me gusta mi cuerpo ni tampoco mi cara, odio muchas cosas de mi forma de ser y también mi forma de actuar en algunas ocasiones. No me considero más que nadie porque sé que no lo soy. En ese aspecto soy muy sincera conmigo misma porque no merece la pena aferrarme en aspirar a ser algo imposible de conseguir, pero tampoco voy a quitarme la ilusión de conseguir cambiar, llegar a ser como realmente quiero, sin prejuicios, estando bien conmigo misma, queriéndome por una vez y sabiendo que así podré ser feliz, tal y como he querido ser siempre.

viernes, 7 de marzo de 2014

¿De verdad eres feliz?

Hay momentos en la vida en los que realmente deberías plantearte esa pregunta, si de verdad el camino por el que llevas tu vida es el correcto o deberías plantearte tomar otras opciones. 
A veces creemos que hay ciertas cosas que nos pueden hacer felices, pero al pasar un periodo no muy largo de tiempo te das cuenta de que la decisión que tomaste fue muy impulsiva y por lo cual ahora te arrepientes por completo de escoger esa opción, pero ya es irrevocable, la decisión está tomada y no hay vuelta atrás, y es ahí cuando te dices a ti mismo que tomaste un camino equivocado teniendo a tu disposición varias opciones más que puede, sólo puede, que fuesen más acertadas. Pero en este aspecto también está muy relacionado el supuesto "destino", el cual dice que todo ocurre por algo, que las cosas que pasan en tu vida al fin y al cabo siempre son por un fin determinado que te enseña algo, para bien o para mal, pero que si se pone en tu camino, es por algo en concreto. Yo creo que eso no es del todo cierto, si tú te propones que algo suceda o no acabará pasando si tienes la suficiente fuerza de voluntad, así que lo del destino son todo mentiras. Y no, no hay personas que llegan a tu vida por causa del destino, simplemente aparecen en tu vida porque aparecen y ya está. En definitiva, que lo que tú decidas, hazlo sabiendo bien las consecuencias, y también pensando en si realmente a la larga esa decisión te hará feliz, porque si no es así, no merece la pena arriesgarse.