domingo, 17 de agosto de 2014

Nunca te des por vencido.

 Supongo que sólo se aprende a base de palos, y si no es al primer tropezón, al cuarto o quinto acabarás en el suelo, con un montón de rozaduras, en la cara, en las rodillas, en las manos, en los codos...pero una vez más, mirarás todos los roces y verás ahí también las cicatrices, recuerdos, antiguas caídas, y deberás pensar; esto sólo es una vez más de muchas, todo dolor cesa, pero siempre quedará ahí el recuerdo, esa pequeña marca en tu piel que te recordará todo lo pasado, pero que jamás hizo que todo lo que te propusiste acabase ahí, te dio más fuerza para coger impulso, levantarte del suelo y continuar. Con las ideas más claras que nunca y con la voluntad de llegar ahora si, a la meta.
La vida se compone de baches, obstáculos, muros y hasta montañas gigantes que se ponen delante de ti creyendo así que temerás a continuar por no ver un camino llano por el que pasear hasta llegar donde te propones. A veces es necesario correr, trepar e incluso pelear para superar todo lo que se te pone por delante, y siempre hay que dar el cien por cien de ti para lograr pasar, para ver el final del camino, y darte cuenta que todo obstáculo sería poco, porque siempre llegarás a donde te has propuesto si lo quieres con todas tus fuerzas.
En definitiva, con esto quiero decir que no importa las veces que te salgan mal las cosas, jamás te des por vencido, porque tú no lo sabes, pero puede que a la próxima vez que lo intentes encuentres ahí lo que buscabas.

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