martes, 29 de diciembre de 2015

Próxima parada, 2016.

Hace un año escribí una entrada parecida, en la que hablaba sobre el 2014 y todo lo que me aportó, todo lo que se fue y todo lo que llegó. 365 días han pasado y no me creo que todo lo que me ha pasado pueda ocurrir en tan poco tiempo.
Hablamos de un año como si de una eternidad se tratase y no somos muy conscientes de que por lo general, este tiempo se suele pasar en un solo pestañeo. Miro hacia atrás en el tiempo y no me creo que todo eso sea sólo un año. No es posible.
En 2014 me pasaron cosas maravillosas, que de hecho, nombre en la entrada que escribí por aquel entonces, pero es que este 2015 no se queda atrás. De hecho, puedo decir que este año ha sido uno de los mejores de mi vida. 
Lo mejor de mi cumpleaños es empezar el año prácticamente celebrándolo. Qué alegría me da cumplir años y sentir por un día que el mundo se para para felicitarme. Es algo que no puedo remediar y que, aunque sea ya mayor, me hace muchísima ilusión. No pasan ni dos meses cuando me encuentro camino a Italia en un avión. Sigo sin creerlo. Pisar Milán por primera vez en mi vida y verme rodeadas de mis compañeros y personas a las que aprecio tantísimo fue una experiencia única. Poder pasear por las calles de Florencia a tu lado es algo inolvidable. 
Tampoco he escatimado en fiestas y celebraciones, desde los caprichitos en conciertos que me he dado, como las bodas y bautizos de las personas que más quiero. 
Pero sin duda, algo totalmente inolvidable de este gran año han sido mis dos pequeñas. Hacía tanto tiempo que no veía caritas nuevas en mi familia, que no cabía en mí cuando vi por primera vez a mi primita en febrero, o de mi otro bebé en octubre. No sé si es mi amor por los niños o simplemente el sentimiento de familiaridad, pero me encantan. 
Estoy tan feliz por haber vivido este año cargado de positividad y buenas experiencias. Cumplir objetivos que me propuse el uno de enero y la satisfacción de haber visto como se cumplían.
Hablaría de las cosas que me han faltado, pero, ¿para qué lamentarse de lo que no se ha tenido cuando se puede disfrutar de lo obtenido?.
Ha pasado un año y aún sigo afirmando que tú eres mi mayor tesoro en esto que llamamos vida. No me arrepiento de nada de lo que hemos pasado y apostaría por mil vidas más contigo. Lo dije el año pasado y lo repito ahora; eres lo mejor de este año. 
Increíblemente, está acabando el año y ya hay grandes expectativas para el que entra. Empezando por mi mayoría de edad, continuando por mi graduación y como olvidar el nacimiento de otros dos bebés más en la familia. De verdad, no quepo en mí de la felicidad. 
Un gran año que finaliza y uno mucho mejor que entra. No bajo mis expectativas.
Os deseo un feliz año nuevo y una vida muy muy feliz.
Y a ti, que sé que vas a leer esto el primero de todos, espero que hayas disfrutado de este gran año lleno de subidas y bajadas, lleno de buenas experiencias y sobre todo, repleto de cariño y amor. Te amo de una manera que ni te imaginas. Por felicitarte el año nuevo y la vida nueva cada año que empieces a mi lado. "Brindo por nosotros y por ningún año más sin ti."

No hay comentarios:

Publicar un comentario