viernes, 7 de marzo de 2014

¿De verdad eres feliz?

Hay momentos en la vida en los que realmente deberías plantearte esa pregunta, si de verdad el camino por el que llevas tu vida es el correcto o deberías plantearte tomar otras opciones. 
A veces creemos que hay ciertas cosas que nos pueden hacer felices, pero al pasar un periodo no muy largo de tiempo te das cuenta de que la decisión que tomaste fue muy impulsiva y por lo cual ahora te arrepientes por completo de escoger esa opción, pero ya es irrevocable, la decisión está tomada y no hay vuelta atrás, y es ahí cuando te dices a ti mismo que tomaste un camino equivocado teniendo a tu disposición varias opciones más que puede, sólo puede, que fuesen más acertadas. Pero en este aspecto también está muy relacionado el supuesto "destino", el cual dice que todo ocurre por algo, que las cosas que pasan en tu vida al fin y al cabo siempre son por un fin determinado que te enseña algo, para bien o para mal, pero que si se pone en tu camino, es por algo en concreto. Yo creo que eso no es del todo cierto, si tú te propones que algo suceda o no acabará pasando si tienes la suficiente fuerza de voluntad, así que lo del destino son todo mentiras. Y no, no hay personas que llegan a tu vida por causa del destino, simplemente aparecen en tu vida porque aparecen y ya está. En definitiva, que lo que tú decidas, hazlo sabiendo bien las consecuencias, y también pensando en si realmente a la larga esa decisión te hará feliz, porque si no es así, no merece la pena arriesgarse.

3 comentarios:

  1. No creer en el destino es una idea peligrosa

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    1. Porque significa que existe la casualidad, es decir, no hay manera de medir o deducir la realidad. Todo el trabajo de la ciencia habría sido en vano.
      El ser humano nace con miedo, con la necesidad de dar respuestas a todo; si se admite la existencia de la casualidad se podrá continuar respondiendo a preguntas tales como el origen del universo talque así: Dios. Y si seguimos por ahí nos evocaremos a la ignorancia...
      En resumen, que me he ido, puedes echarle ganas a cualquier asunto, pero lo que tenga que pasar pasará, en tus manos solo cabe cómo lo aceptarás o cómo te levantarás.
      Comparto la idea contigo de que hay que ser uno mismo. Si todos fuéramos de color amarillo el mundo sería muy aburrido, a mí me gusta ir más de rojo y desentonar, hacer notar mi presencia :)

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